Precios de entradas: ¿realidad o engaño?

El "Indio" Solari despide su último disco, "El Perfume De La Tempestad", con entradas que valen hasta 250 pesos. Andrés Ciro Martinez cierra el año en el Luna Park con un escenario 360º con tickets que alcanzan los 300 pesos. La vuelta de "Soda Stereo", allá por el 2007, también tuvo entradas con precios por las nubes, pero que así y todo, agotaron dos River Plate. Otra vuelta, la de "Los Fabulosos Cadillacs", también sobrepasaban los 100. Y así se puede estar enumerando casos y casos de recitales que valen muchisima plata, pero, ¿de quién es la culpa? ¿del artista/banda, de los managers o las empresas encargadas de generar los shows?


Uno, a simple vista, le echaría la culpa a los artistas, tildarlos de avaros, sedientos de dinero, de siempre "querer un poco más", pero no es tan así, hay que mirar el vaso mitad lleno y mitad vacío. Hay muchos gastos apartes, que no salen a la luz, pero que ahí están y hay que hacerse cargo. Entonces se podría tachar a las bandas y/o artistas como los responsables de que los precios estén por las nubes.

Carmen "La Negra" Poly

Los managers. Históricamente son muy polémicos, capaces de destruir amistades, separar bandas, como la "Negra" Poly en Los Redondos, o Pocho Rocca con "Los Piojos" y que casi siempre están en duda sobre sus propios intereses, pero que de alguna u otra manera, logran salir con las manos limpias, por más acusaciones tengan en contra. ¿Son responsables? Son el nexo entre la banda y la empresa organizadora, y eso no los deja bien parado y pueden llegar a ser una de las causas de estos precios muy exagerados. Demasiados exagerados.






Hoy en día, todos son negocios, hasta el mismisimo Rock se convirtió en un negociado. Mucho interés. Mucha plata. Mucha tranza y ese puede ser el verdadero motivo de los costos de cada recital. Ya no se hace, como se dice comunmente, "por amor al arte". Se hace por amor al billete y eso, indefectiblemente, mata la música. La plata mata todo, la codicia puede volver hasta al más santo en el más diablo y es tiempo de que todos, como un solo, artistas, seguidores, criticos tienen que alzar la voz contra esta estafa legal, de andar pagando más de 100 pesos por cada show a los que uno va, en el que ni el precio está justificado, porque en el futuro, ir a varios recitales en un año va a ser una verdadero proeza.

Ah, ¿el responsable? Vaya uno a saber, puede ser desde la inflación del país hasta un simple hombre dueño de cadenas de eventos que sube el precio a su antojo. Tomaría una extensa investigación descubrir cuando fue el momento exacto en que los precios se fueron a las nubes y como de pagar 35 pesos en la década de los '90 con el neoliberalismo (gran contribuyente a los precios de hoy en día) a terminar pagando, en estas dos décadas del nuevo mileno más de 100 pesos por cada recital y que llegan hasta 500 y mucho más. Todo para analizar seriamente.